Mérida, 28 Dic (Notimex).- La discapacidad era vista por los antiguos mayas como un don, una especie de gracia divina, por lo que había un gran respeto y tolerancia, algo que se ha perdido en la llamada civilización contemporánea, aseguró Alvaro May Can.
El coordinador de la Asociación para Sordos del Estado de Yucatán indicó que es irónico como una sociedad que se considera adelantada, excluye a quienes padecen alguna discapacidad e incluso es capaz de discriminar solamente por su apellido o posición social.
“Hay investigaciones y artículos que hablan de la relación de los antiguos mayas con la discapacidad y ellos tenían un alto nivel de integración y respeto hacia las personas que nacían con algún problema, pues los consideraban seres divinos”, explicó.
Durante la segunda edición del Proyecto Noches Culturales “Baktún”, el especialista en lenguaje de señas y discapacidad mencionó que se han encontrado códices mayas con representaciones de personas con discapacidad motriz, brazos y piernas amputadas u otras características que claramente los definían como especiales.
“Por eso a través del Proyecto Baktún el lenguaje de señas lo queremos transmitir a las personas con sordera y a quienes están interesados en conocer ese pensamiento y filosofía de los antiguos mayas y heredarlo a las nuevas generaciones”, reiteró.
Por su lado, el sacerdote maya Tiburcio Can May, originario de la comunidad maya de Tahmek, agregó que los mayas no sólo eran tolerantes con las personas con discapacidad, sino incluso con preferencias sexuales diferentes.
“Ningún padre o madre estaba dispuesto a renunciar al amor hacia su hijo o hija por su preferencia sexual, los hijos eran un regalo divino, la continuidad de nuestra historia y del legado de nuestros ancestros, desgraciadamente hoy vemos que las cosas han cambiado”, precisó.
Sin embargo, todavía existen comunidades donde prevalece la tolerancia hacia las personas que son diferentes e incluso se les da esa connotación divina y se cree que son personas con un nivel de bondad e inocencia que los hace inmunes a la maldad.
Luego de la plática mostraron a los presentes a cantar una canción maya en un lenguaje de señas maya yucateco que fue desarrollado por habitantes de la comunidad de Chikán, en el municipio de Tixmeuac, que en su mayoría sordos porque aparentemente formaron lazos familiares entre parientes.
Al final los asistentes pasaron a un cenote que se ubica en las instalaciones de la escuela Instituto Comercial Bancario, cerca del centro histórico de esta capital, donde el sacerdote maya realizó un ritual de limpieza y “sanación espiritual” a quienes acudieron.
